SEGURIDAD EN LA ROBÓTICA: REQUISITOS CLAVE PARA PROTEGER PERSONAS Y PROCESOS

La implementación de robots industriales y de servicio ha transformado múltiples sectores, desde la manufactura hasta los servicios de atención personal. Sin embargo, el auge de estas tecnologías exige una atención prioritaria a la seguridad. En una presentación reciente del ingeniero Theo Jacobs para el Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Fabricación y Automatización (IPA), se resaltó la importancia de garantizar que los robots sean seguros desde su diseño hasta su operación.

Los fabricantes no solo deben cumplir estrictamente con las normativas internacionales, sino también asumir la responsabilidad integral de reducir riesgos, documentar exhaustivamente el diseño e informar a los usuarios de posibles peligros residuales. En este artículo, exploráremos los requisitos esenciales para la seguridad de robots industriales y de servicio, así como las normativas clave que rigen este ámbito.

Responsabilidad y diseño seguro

La seguridad comienza desde el diseño del robot. El fabricante tiene la obligación de identificar los riesgos potenciales y minimizarlos, cumpliendo con los estándares establecidos en normativas como la ISO 12100, que establece principios generales para evaluar y reducir riesgos en máquinas. Además, los sistemas de control relacionados con la seguridad deben diseñarse siguiendo las especificaciones de la ISO 13849 o el sistema alternativo IEC 62061, que establece un nivel de integridad de seguridad (SIL) para el desempeño del sistema de control.

Es fundamental documentar cada paso del proceso de diseño. Esto no solo protege al fabricante ante posibles reclamaciones legales, sino que también proporciona una guía clara para los usuarios sobre cómo operar el robot de manera segura y cuáles son los límites de su funcionalidad.

Normas esenciales para distancias y velocidades

El diseño seguro también incluye la consideración de distancias mínimas y velocidades de aproximación para proteger a los operarios. Las normativas ISO 13854, ISO 13855 e ISO 13857 establecen parámetros claros sobre las distancias necesarias para evitar lesiones por aplastamiento o contacto accidental con partes peligrosas del robot. Estas normas son especialmente críticas en aplicaciones donde el robot interactúa directamente con los humanos, como en los entornos colaborativos.

Por otro lado, la velocidad del robot debe ser cuidadosamente calculada y limitada en función de la evaluación de riesgos. Esto es particularmente relevante en los robots colaborativos, donde la proximidad a los operadores humanos aumenta el potencial de accidentes.

Parada de emergencia y control de temperaturas

La ISO 13850 establece los principios de diseño para los sistemas de parada de emergencia, que deben ser accesibles, fáciles de activar y capaces de detener inmediatamente la operación del robot ante cualquier anomalía. Este es un requisito esencial para cualquier robot industrial o de servicio.

Además, los robots que operan en condiciones extremas deben diseñarse para evitar riesgos térmicos. Las normativas ISO 13732-1/2/3 evalúan las respuestas humanas al contacto con superficies a temperaturas extremas, garantizando que tanto los robots como sus entornos de trabajo sean seguros para los operadores.

Seguridad en robots industriales y de servicio

Los robots industriales están regidos por la ISO 10218-1/2, que especifica requisitos de seguridad tanto para su diseño como para su operación. Para los robots colaborativos, la ISO/TS 15066 introduce directrices específicas para evaluar la fuerza y velocidad permitidas en aplicaciones donde humanos y robots trabajan lado a lado.

En el caso de los robots de servicio, la ISO/DIS 13482 establece estándares de seguridad para robots que interactúan directamente con las personas, como los robots de cuidado personal. Estos dispositivos deben cumplir niveles mínimos de desempeño para garantizar que las funciones relacionadas con la seguridad del sistema de control operen de manera confiable y predecible.

Retos y oportunidades

A medida que los robots se integran más en actividades humanas, la seguridad no solo es una obligación normativa, sino también un diferenciador competitivo para los fabricantes. Las empresas que invierten en diseño seguro y cumplen rigurosamente con las normativas no solo protegen a los usuarios, sino que también refuerzan su reputación en el mercado global.

El camino hacia un entorno robótico más seguro requiere colaboración entre fabricantes, reguladores y usuarios. Solo así se puede garantizar que la tecnología robótica continúe avanzando sin comprometer la seguridad de quienes la implementan y utilizan.

En última instancia, la seguridad no es negociable. Cumplir con estos estándares no solo asegura el éxito operativo, sino que protege el bien más valioso en cualquier industria: las personas.